Día Internacional del Gato: su compañía reduce el estrés y mejora la salud

Cada 20 de febrero se celebra el Día Internacional del Gato, una fecha dedicada a reconocer la importancia de estos pequeños felinos en nuestras vidas. Pero, más allá de los mimos y la admiración que generan, los gatos tienen un impacto directo en la salud emocional y física de sus cuidadores, según explican diversos estudios y especialistas.

La convivencia con un gato puede ser un bálsamo contra el estrés diario. Al acariciar a un gato, el cuerpo humano libera oxitocina, una hormona que favorece la relajación y reduce los niveles de cortisol, conocida como la hormona del estrés. Además, su ronroneo, que vibra en un rango de frecuencias terapéuticas, se asocia con sensaciones de calma y bienestar.

Los expertos aseguran que este efecto no solo mejora el estado de ánimo, sino que también fortalece la salud mental, aliviando los síntomas de ansiedad y depresión. En un mundo donde las preocupaciones suelen ser constantes, un gato en casa puede marcar la diferencia.

Además del impacto emocional, tener un gato también contribuye al bienestar físico. Investigaciones han demostrado que convivir con un felino reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ya que promueve la relajación y disminuye la presión arterial. Asimismo, la responsabilidad de cuidar a una mascota fomenta hábitos de vida saludables y refuerza el sentido de propósito.

Los gatos también se benefician del vínculo con los humanos. El cuidado incluye visitas responsables al veterinario, alimentación equilibrada y un ambiente enriquecido que les permita desarrollar su instinto natural. Este intercambio de afecto y atención refuerza la conexión entre ambas partes.

En este Día Internacional del Gato, muchas organizaciones recuerdan la importancia de adoptar en lugar de comprar. Miles de gatos esperan en refugios por una familia que les brinda amor y cuidado. Optar por la adopción no solo salva una vida, sino que también ofrece la oportunidad de construir un vínculo único.