Política

El aumento de juicios laborales pone en jaque el sistema

En 2024, los juicios laborales en Argentina crecieron un 7% respecto al año anterior, alcanzando los 125.842 casos, según datos de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART).

Este incremento encendió alarmas en todo el sistema productivo y dejó en evidencia problemas estructurales que aún no encuentran solución. ¿Qué hay detrás de estas cifras y cómo impactan en la economía?


Un sistema judicial sobrecargado


Desde la UART, explicaron que uno de los principales factores que contribuyen al alza de litigios es la demora en la creación de un Cuerpo Médico Forense especializado, como lo establece la Ley 27.348.

Este organismo, clave para evaluar las lesiones laborales con imparcialidad, evitaría discrepancias frecuentes en las pericias particulares que complican los procesos judiciales.

Actualmente, solo la provincia de Mendoza cuenta con un cuerpo médico de estas características.

Además, la normativa vigente estipula que los honorarios de los especialistas deberían calcularse por acto médico, no en función del porcentaje de las sentencias.

Sin embargo, la implementación de esta disposición aún no se concretó en la mayoría de las jurisdicciones del país, perpetuando conflictos y retrasos.


Santa Fe, el epicentro del crecimiento


Si bien la provincia de Buenos Aires lideró la cantidad de demandas con 50.584 casos, la provincia de Santa Fe registró el mayor aumento proporcional: 21,5% más que en 2023, alcanzando los 16.439 casos.

Este salto refleja tanto un incremento en la judicialización como la falta de medidas preventivas eficaces en el ámbito laboral.

Por su parte, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se ubicó en segundo lugar con 22.946 juicios.

Sin embargo, el impacto económico de esta situación es nacional, ya que el aumento de demandas repercute directamente en los costos operativos de las empresas aseguradoras y, por ende, en el sistema productivo argentino.


Un efecto boomerang


Desde la UART calificaron la situación como un "efecto boomerang", donde la falta de herramientas judiciales especializadas, combinada con altas tasas de interés para la actualización de créditos laborales y el incumplimiento de plazos de caducidad, genera un círculo vicioso que alimenta la litigiosidad.

El costo no es solo financiero. Cada juicio representa tiempo, recursos y tensiones para las empresas, los trabajadores y el sistema judicial, en un contexto económico que exige mayor eficiencia para recuperar la competitividad.


¿La solución está cerca?


La implementación de cuerpos médicos especializados es vista como una salida clave por parte de las aseguradoras.

Estos organismos permitirían acelerar los procesos judiciales y reducir los costos asociados a disputas prolongadas. Sin embargo, su creación sigue siendo una asignatura pendiente para la mayoría de las provincias.

La pregunta es: ¿cuánto más puede resistir el sistema sin reformas estructurales? Los números de 2024 dejan claro que el tiempo para actuar se está agotando.