Política

Una Boudou en Uruguay: Orsi echó a la ministra que dijo que vivía en un baldío

¿Qué pasó en Uruguay que terminó en la primera crisis del gobierno de Yamandú Orsi? La renuncia de Cecilia Cairo dejó a todos hablando y marcó un momento clave en estos primeros días de gestión. Te contamos por qué la ministra tuvo que dar un paso al costado.

Cecilia Cairo, quien era la ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial de Uruguay, renunció a su cargo tras un escándalo por su propia casa. Resulta que su vivienda, ubicada en el barrio Pajas Blancas en Montevideo, está desde hace décadas sobre un terreno sin regularizar.

Según consta en la Dirección Nacional de Catastro, el predio figura como baldío. Eso le permitió pagar menos impuestos de los que corresponderían si estuviera declarado como vivienda.

Cuando el tema salió a la luz, Cecilia Cairo reconoció la situación y explicó que su prioridad siempre fue la crianza de sus tres hijos. Además, prometió saldar la deuda y formalizar el terreno.

 Pero el daño ya estaba hecho: desde la oposición, tanto el Partido Nacional como el Partido Colorado, reclamaron su salida y hasta amenazaron con interpelarla en el Parlamento.

Consciente del impacto político, Yamandú Orsi no dudó: aceptó de inmediato la renuncia de Cecilia Cairo y designó un reemplazo. La rápida decisión buscó apagar el fuego interno dentro del Frente Amplio, donde el tema venía generando fuertes tensiones.

El Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio se reunió para analizar el primer gran conflicto de la gestión Yamandú Orsi. Según publicaron medios uruguayos como La Diaria, la conclusión fue que el presidente salió "fortalecido".

Logró mantener la unidad de su partido y actuar con firmeza en un momento delicado, sobre todo porque tanto él como Cecilia Cairo forman parte del Movimiento de Participación Popular (MPP).

Fuentes cercanas al Frente Amplio destacaron que Yamandú Orsi demostró ser un toro experimentado” y que, pese al cimbronazo, el tema quedó cerrado sin mayores conflictos internos. Un alivio para un gobierno que recién empieza y que tiene todo por demostrar.

Este escándalo dejó una lección clara: en Uruguay, la transparencia sigue siendo una bandera muy fuerte. Y en el caso de Cecilia Cairo, el costo político fue inevitable.