La Confederación General del Trabajo (CGT) sigue eligiendo el mismo camino de siempre: paros que buscan desgastar a un gobierno que no escucha y que, hasta ahora, se mantiene firme. En un clima de radicalización, Daer y compañía parecen personajes de una película donde la estrategia brilla por su ausencia. En simultáneo: "Este Gobierno no cree en el diálogo" dice Daer , mientras la CGT repite el libreto de siempre y redobla la apuesta contra el Presidente Milei con su tercer paro general.
Héctor Daer, en el congreso de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), no dudó en marcar la cancha: "Este gobierno no cree en el diálogo, no habla con nadie", aseguró, con la misma convicción con la que han intentado dialogar con los empresarios, cerrando fábricas por un día. La fecha exacta del paro se definirá el jueves en la reunión del Consejo Directivo, pero el mensaje ya está claro: la CGT no quiere esperar a que el ajuste haga efecto, prefiere patear el tablero cuanto antes.
El sindicalismo organizado, que ya realizó dos paros con resultados poco alentadores, insiste en que esta vez es diferente. "La situación social y económica es insostenible", repiten. Sin embargo, la estrategia de la central obrera parece un déjà vu: convocar a una medida de fuerza, esperar que el gobierno tome nota y, cuando eso no sucede, volver a anunciar otro paro.
La ironía del asunto es que, mientras Daer acusa al oficialismo de "no dialogar", dentro de la CGT tampoco hay consenso total. La reunión en UPCN de hace 48 horas contó con la presencia de Hugo Moyano, pero con la ausencia de figuras clave como Gerardo Martínez (UOCRA) y Carlos Acuña (estaciones de servicio). Pareciera que ni siquiera dentro de la propia central obrera hay una postura homogénea sobre cómo enfrentar al gobierno.
Por otro lado, los más combativos dentro del sindicalismo creen que Milei empieza a perder apoyo popular tras errores como el escándalo de la criptomoneda. Por eso, consideran que es el momento justo para golpear. Pero la pregunta es: ¿hasta qué punto los paros tienen efecto en una economía que ya está golpeada?
Tal vez sea hora de cambiar la táctica, porque si algo ha demostrado esta película es que repetir el mismo chiste una y otra vez no siempre da buenos resultados. Pero la CGT sigue en su versión sindical de "Tonto y Retonto", apostando por la misma broma esperando que, esta vez, el final sea distinto.