La noche no terminó como esperaba para un vecino de 39 años del Barrio Obrero, quien, con "síntomas de ebriedad", decidió poner a prueba su talento como "abrepuertas" en la zona de 17 y 166, en Berisso. Su plan no pasó desapercibido: un hombre lo sorprendió en plena faena y lo retuvo hasta la llegada del Comando de Patrullas.
Cuando los agentes lo requisaron, descubrieron que no solo tenía entusiasmo, sino también equipamiento: una navaja, dos cuchillos, dos destornilladores y una tijera. Con ese arsenal, cualquiera pensaría que trabajaba en una cerrajería, pero su destino fue la dependencia policial.
Finalmente, la fiscalía ordenó su liberación, probablemente confiando en que la próxima vez pruebe con una llave en lugar de un cuchillo.