Si tu perro no te pierde de vista ni cuando vas al baño, tranquilo: no está loco, ni vos tampoco. Este comportamiento, que se repite en millones de hogares, tiene explicación científica y emocional. Y sí, tiene todo que ver con la ansiedad por separación, el vínculo emocional y la simple necesidad de rutina.

Primero, lo básico: los perros son animales sociales. Vienen cableados para seguir al líder de la manada. ¿Quién es el alfa en casa? Exacto, vos. Esa conducta —que a veces se vuelve casi obsesiva— responde a una combinación de comportamiento canino ancestral y apego moderno.

Segundo, la ansiedad. Muchos perros te siguen por miedo al abandono. ¿Te vas sin despedirte? ¿Te fuiste de vacaciones y volvió otro olor en la valija? Ahí está la respuesta. La ansiedad por separación en perros es real, y se combate con paciencia (y no con mimos cada cinco minutos).

Y por último, lo obvio pero no menos importante: te ama. Sí, sin vueltas. En tu perro tenés un fan incondicional. Su radar emocional está más afinado que el tuyo, y su rutina gira alrededor de la tuya. Donde vos vas, él también quiere estar.

Entonces, la próxima vez que te siga hasta cuando ponés la pava, recordá: no es solo costumbre, es amor, apego y un poquito de necesidad. Como cualquiera de nosotros.