El proyecto del Canal Magdalena, vital para el desarrollo económico de la Región Capital, ha vuelto al centro del debate político, impulsado por el intendente de Ensenada, Mario Secco. El canal no solo representa una oportunidad de crecimiento para el Puerto de La Plata, sino que también fortalecería el control argentino sobre el acceso a la Hidrovía Paraná-Paraguay, actualmente en manos de Uruguay.

Un proyecto clave para la región

El Canal Magdalena ha sido una obra postergada durante años, a pesar de su inclusión en el presupuesto nacional de 2023 bajo el gobierno de Axel Kicillof. Aunque fue anunciado por el ex presidente Alberto Fernández, la falta de ejecución y el cambio de gobierno tras la victoria de Javier Milei han frenado su avance.

Según Secco, el canal no es solo una cuestión de soberanía, sino de desarrollo económico. Al mejorar el puerto y facilitar la llegada de buques cargueros, la región se beneficiaría con la creación de empleos, especialmente en el Astillero Río Santiago, una de las principales fuentes de trabajo en Ensenada.

Apoyo político y social al canal Magdalena

El gobernador Axel Kicillof ha sumado fuerzas con los municipios de la Región Capital para presionar por el dragado del canal. Esta obra también cuenta con el respaldo de ingenieros provinciales y la comunidad eclesiástica, que ven en el proyecto una oportunidad para mejorar la competitividad de las exportaciones a través de la Hidrovía Paraná-Paraguay.

Kicillof ha defendido la federalización de los recursos, lo que ha generado interés entre los gobernadores de las provincias de la cuenca del Paraná, quienes también buscan mejorar la rentabilidad de sus exportaciones.

El futuro del canal Magdalena bajo la gestión de Milei

El actual presidente Javier Milei ha puesto en duda la continuidad del proyecto, lo que ha generado tensiones en la región. El control del acceso a la hidrovía sigue en manos de Uruguay, cuyo presidente, Luis Lacalle Pou, ha impulsado el desarrollo del puerto de Montevideo con el visto bueno de la administración argentina.

Mario Secco, firme en su postura, criticó duramente la decisión de Milei de descartar el proyecto, calificándola como un obstáculo al progreso regional: "El mamarracho de Milei nomás puede estar en contra del canal de Magdalena. No es una cuestión soberana, de soberanía pura, es una cuestión de desarrollo".