La mujer trans, que había sido arrollada por un tren carguero en la zona de las calles 122 y 50, en el Barrio Cabezas, murió cerca de las tres de la tarde de ayer. Según fuentes del caso, estaba internada en el Hospital Cestino, donde sufrió complicaciones por una sepsis generalizada. Los voceros consultados mencionaron que en las últimas jornadas ya se notaba un marcado deterioro en sus parámetros clínicos y todos los esfuerzos médicos resultaron en vano. El siniestro había ocurrido el pasado 31 de julio, cuando la víctima fue embestida por la formación férrea. Las circunstancias del hecho aún están envueltas en un verdadero misterio, ya que no se descartaron hipótesis. La víctima tenía 39 años y era de nacionalidad peruana. También se conoció que vivía frente al lugar del hecho