OPINIÓN | Perón, palabra prohibida (miércoles 30 de noviembre de 1955)
El miércoles 30 de noviembre de 1955, el gobierno de facto encabezado por Pedro Eugenio Aramburu, desarmó el Partido Peronista.
Este no fue solo un acto político, sino una ofensiva directa contra la identidad de millones de argentinos.
Con el decreto 4161 (imagen superior), disolvió el partido y prohibió usar el nombre de Perón y sus símbolos.
Esta medida tenía un objetivo claro: borrar cualquier huella de Perón y su influencia en el país.
Pero el impacto fue aún más profundo en el movimiento obrero, que rápidamente pasó a la resistencia.
La CGT fue intervenida y comenzaron las detenciones masivas de líderes sindicales.
La dictadura intentaba quebrar los lazos entre los trabajadores y la organización que defendía sus derechos.
Sin embargo, en vez de desaparecer, el movimiento obrero se fortaleció en la clandestinidad, dando inicio a la “Resistencia Peronista”.
La disolución del Partido Peronista no logró silenciar al pueblo. Los sindicatos y los trabajadores resistieron, manteniendo viva la lucha por sus derechos.
Honremos ese espíritu de resistencia que nos marcó para siempre. EL MEJOR HOMENAJE ES VOLVER A HACER PERONISMO.
Por Antonio Arcuri