La campaña "Un Gol X Un Techo", impulsada por Chiqui Tapia y la AFA, prometía transformar goles en viviendas para las familias afectadas por el temporal del 7 de marzo en Bahía Blanca. Por cada gol que convirtió la Selección argentina, se construiría una casa. El gesto fue celebrado... hasta que se conocieron las fotos.

El propio Tapia publicó en sus redes sociales imágenes del primer modelo, con un mensaje cargado de entusiasmo: “¡Pusimos la pasión en acción!”. Las casas fueron montadas en el predio de Ezeiza y mostraban su diseño: paredes de madera, techo de chapa y una base de barro.

La respuesta en redes no tardó en llegar. Muchos usuarios criticaron la calidad de las casas, señalando la falta de aislación térmica y la precariedad del terreno. Algunos incluso ironizaron comparándolas con “cuchas” o refugios para perros. Las comparaciones con la casa donde vive Tapia tampoco se hicieron esperar.

Hasta ahora, se construyeron siete casas: una por el gol contra Uruguay, cuatro frente a Brasil y dos más en un amistoso a beneficio del Hospital Penna. Aunque la campaña sigue en pie y las viviendas serán entregadas a lo largo del año por la ONG Techo, las críticas apuntaron directo al corazón de la iniciativa: “No se trata solo de donar, sino de hacerlo con dignidad”.

Frases como “Con lo que recauda la AFA, esto es una vergüenza” se repitieron en los comentarios. Otros cuestionaron si realmente había una intención de ayudar o si se trataba más de una movida para sumar puntos en imagen.

Pero más allá de la polémica, la campaña plantea una pregunta importante: ¿qué tipo de ayuda necesita realmente una familia que perdió todo por un temporal? La intención de donar viviendas es noble, pero si las casas no resisten el clima o no ofrecen condiciones mínimas de confort, ¿sirven?

La discusión sigue abierta. ¿Puede una buena idea volverse contraproducente si no se ejecuta bien? ¿Qué se espera de una institución con tanto poder y recursos como la AFA? Y, sobre todo, ¿cómo se construye solidaridad real cuando hay tanto en juego?

Seguramente, en las próximas semanas veremos si la campaña mejora, si las casas evolucionan o si Chiqui Tapia y la AFA logran recuperar el apoyo de la gente. Por ahora, el debate está servido… y las redes siguen que arden.