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Robert Redford: el adiós a un ícono del cine

A los 89 años, muere Robert Redford, actor, director y fundador de Sundance; con su partida se cierra un capítulo fundamental del cine independiente, el activismo ambiental y una visión crítica de América que marcó a generaciones.

16-09-2025 - Por Noticias Ensenada

Robert Redford: el último acto de un héroe dorado

Por: Jonatan Anaquin

Robert Redford, ícono de Hollywood, Oscar al mejor director por Ordinary People (1980), defensor de causas sociales y fundador del Instituto Sundance, falleció el 16 de septiembre de 2025 en su casa de Utah. Tenía 89 años.

Este ensayo repasa no sólo los hechos esenciales de su vida y muerte, sino también la complejidad de su legado —artístico, cultural y social—, y cómo su historia se inserta en los grandes debates contemporáneos.


Quién fue Robert Redford


Charles Robert Redford Jr. nació el 18 de agosto de 1936 en Santa MónicaCalifornia. Creció en una familia de escasos recursos; su padre trabajó como lechero y luego como contador, su madre fue ama de casa y lo apoyó profundamente. La muerte de ella cuando él era un adolescente lo marcó significativamente.

Redford exploró varios caminos al principio: estudió en la Universidad de Colorado, viajó por Europa tras la muerte de su madre, lo que abrió su mirada mundial y política. Se formó además en la Academia Americana de Artes Dramáticas.

Su ascenso al estrellato se consolidó en los años 60 y 70, con películas como Barefoot in the ParkButch Cassidy and the Sundance KidEl candidatoLos tres días del cóndor y Todos los hombres del presidente. Aunque su físico lo ubicaba como “chico de oro”, buscó papeles con matices políticos, ambigüedad moral y reflexión social.

Como director, debutó de manera impactante con Gente corriente (Ordinary People), que ganó el Óscar a Mejor Director y Mejor Película. En su filmografía como realizador están también Quiz ShowA River Runs Through ItThe Milagro Beanfield War y otros trabajos que evidencian su interés por historias humanas, problemas éticos y paisajes naturales.

No sólo fue artista: fue activista. Ambientalismo, derechos de comunidades indígenas, justicia social, igualdad para la población LGBTQ+ fueron parte de su militancia. Fundó el Sundance Institute y Festival, espacio clave para el cine independiente. También aperturó otros canales creativos, como The Redford Center, y contribuyó con iniciativas filantrópicas.


Los momentos duros: pérdidas personales y contradicciones


Aunque era ampliamente admirado, su vida personal estuvo marcada por tragedias:

  • Perdió un hijo pequeño (Scott) en 1959, por síndrome de muerte súbita del lactante.

  • En 2020 murió su hijo James Redford, de cáncer de vías biliares en el hígado. James había luchado durante años contra enfermedades hepáticas y problemas relacionados con trasplantes.

  • Fue expulsado de la Universidad de Colorado, vivió conflictos familiares y buscó refugios personales, recolectando experiencias que nutrieron muchas de sus actuaciones e incluso su forma de dirigir.

Estas vicisitudes no le restaron grandeza; al contrario, parecieron alimentar esa autenticidad de la que hablaban críticos y admiradores: su aliento por lo imperfecto, lo humano y lo consciente.


Su muerte, el momento y la reacción


Redford murió “en su casa cerca de Provo, Utah” o “en Sundance, Utah”, en la madrugada del martes 16 de septiembre de 2025. Algunos reportes indican que murió dormido, aunque no se ha divulgado oficialmente la causa. Su publicista, Cindi Berger, confirmó la noticia.

Poco después se hicieron eco medios internacionales: revistas, periódicos, plataformas de entretenimiento y redes sociales. Muchos colegas, cineastas, críticos y admiradores compartieron elogios tanto por su talento como por su compromiso social.

El legado de Robert Redford se extiende por varios ámbitos:

  1. Cine independiente: Sundance se convirtió en una plataforma esencial para voces que no cabían —o no querían caber— en el cine comercial. Ha sido espacio de descubrimiento para muchos cineastas que luego influyeron en la industria global.

  2. El arte como crítica social: sus películas expresarion descontento, cuestionamientos al poder, retratos de corrupción, de relaciones humanas complejas. Redford mostró que una estrella de cine puede tener peso estético y político.

  3. Activismo ambiental y comunitario: protegió paisajes, impulsó causas ecológicas, apoyo a comunidades marginadas. Su papel en impedir planes destructivos —como plantas contaminantes en Utah— y su promoción de la conciencia ambiental tienen efecto duradero.

  4. Una vida pública con matices privados: supo mantener un perfil personal más contenido que muchas otras celebridades de su escala, lo que contribuyó a la imagen de integridad que muchos destacan. La vulnerabilidad —las pérdidas, los cuestionamientos internos— parecen haber formado parte de su grandeza.

Vivimos en un momento donde la cultura está fragmentada, el cine comercial suele privilegiar lo espectacular, lo inmediato y lo menos riesgo. En ese escenario, Redford representaba una posibilidad distinta: la de una producción que dialoga con la realidad, que toma partido, que busca belleza sin ignorar lo duro. Que entiende que la fama no exime al compromiso, que la visión artística también puede (y debe) tener raíces éticas.

Además, su vida nos recuerda que detrás del mito siempre hay lo humano: los miedos, las pérdidas, los regresos. En un mundo donde las figuras públicas a menudo se muestran pulidas, Redford permitió ver las grietas, los espacios vulnerables, lo que le da densidad a cualquier biografía.

La muerte de Robert Redford marca el fin de una era cinematográfica, pero también ofrece un momento para reconocer lo que construyó: un puente entre Hollywood y lo independiente, entre el entretenimiento y la reflexión, entre la visibilidad artística y el activismo. A los 89 años, deja un legado que no sólo se celebra, sino que inspira: el de un hombre que venció su propia historia para narrar las de otros, que se alejó del centro para construir un sitio propio —y que en ese espacio hizo del cine algo más que espectáculo: lo hizo idea, memoria y responsabilidad.