Un conductor denunció que, mientras esperaba el semáforo en 122 y 66, una camioneta le hizo luces, se le puso a la par y su conductor bajó la ventanilla para amenazarlo con un arma, gritando improperios dignos de una discusión de tránsito de alto voltaje. Acto seguido, el agresor aceleró y se dio a la fuga en dirección a Berisso.
Según nuestras fuentes desde la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Berisso, el hecho parecía una escena de película, pero no lo era. El justiciero del volante, terminó detenido, luego de un operativo cerrojo. Lo interceptarian en 30 y 165. Para sorpresa de todos, el sujeto resultó ser un policía en funciones que, sin quererlo, se había asegurado de que el procedimiento se hiciera con todos los protocolos: testigos, secuestro del arma y, por supuesto, su correspondiente aprehensión.
Ahora, las autoridades investigan el caso mientras los vecinos se preguntan si el acusado confundió su turno de servicio con una escena de película de acción, pero sin guion.