En el barrio Villa Roca de Berisso, el agua es un sueño lejano. Como si vivieran en un desierto, los vecinos abren las canillas y solo encuentran aire. Sin respuesta de las autoridades, alrededor de 20 personas decidieron salir a la calle y cortar la intersección de Montevideo y 66, con fogatas y pancartas que pedían una solución.
En la zona de 26 y 150, muchos hicieron conexiones particulares para acceder a un hilo de agua, pero la presión es casi nula. "Es como buscar un oasis donde solo hay espejismos", describió una vecina. Durante la protesta, la policía intervino con empujones y tres mujeres fueron embestidas por un auto, aunque sin heridas graves.
Intervino el intendente para mediar en la situación
Finalmente, cerca de las 8 de la mañana, el intendente Fabián Cagliardi se acercó para calmar la situación y prometió que entre el lunes y el miércoles arrancarán las obras. "Si no comienzo, vuelvan a cortar", dijo ante los manifestantes, que decidieron suspender la medida a la espera de la ansiada solución.