Cloacas desbordadas en Ensenada: ¿Otro éxito de ABSA?
Hace meses, los vecinos de Barrio Coven en Ensenada enfrentan un problema grave: los desbordes de cloacas en las veredas, que liberan aguas residuales y provocan olores insoportables. El origen de esta situación parece estar en una serie de obras mal gestionadas, sumado a la falta de coordinación entre la empresa de aguas ABSA y la Municipalidad.
El problema principal se localiza en una de las manzanas del barrio, específicamente sobre la calle Castagnani, entre Liniers y Barragán. En estas veredas, los registros de cloacas desbordan constantemente, generando un flujo continuo de caca y pis. Además de los malos olores, esta situación representa un riesgo para la salud, ya que el contacto con los residuos cloacales puede causar infecciones y enfermedades.
Preocupados por la falta de solución, los vecinos presentaron repetidos reclamos a ABSA, la empresa encargada de las cloacas. Sin embargo, los trabajos realizados hasta ahora no han dado resultados. De hecho, los operarios solo podían realizar acciones limitadas: mandar agua a presión a través de los registros que rebalsan, sin lograr destapar el origen del problema. Además, muchos vecinos no logran contactarse con el personal de ABSA, ya que este suele acudir al barrio en horarios en los que las personas trabajan y no pueden atender. Ni la enorme ayuda ecónomica de Kicillof parece sacar a flote a la polémica empresa.
Ante la falta de respuesta, uno de los residentes decidió escalar el problema y presentar un reclamo ante la Autoridad del Agua (ADA), el ente regulador. Aunque el organismo tomó nota, hasta el momento no ha realizado ninguna acción concreta para solucionar la situación en Barrio Coven.
Los operarios de ABSA encontraron la estrategia perfecta: patearse la pelota. En una reciente visita revelaron que la razón de la obstrucción y los desbordes se debe, aparentemente, a una obra municipal mal ejecutada. Según explicaron, la Municipalidad de Ensenada habría tapado varios registros de cloacas al rellenar las calles del barrio, lo que impide el acceso a puntos clave de la red. Estos registros tapados son fundamentales para liberar el flujo de aguas residuales, pero debido a que están enterrados bajo la vía pública, los operarios no pueden alcanzarlos ni destaparlos.
Gracias a los planos de una vecina del barrio, los residentes pudieron confirmar que el flujo de aguas cloacales sigue el recorrido de los registros obstruidos. Esta situación deja a los vecinos de Barrio Coven en un limbo, ya que ni ABSA ni la Municipalidad de Ensenada se han hecho responsables para resolverlo.
Mientras las autoridades se ponen de acuerdo, los vecinos siguen soportando los efectos del problema. Los desbordes constantes de cloacas llevan a que las aguas servidas se acumulen en la vía pública, e incluso lleguen a brotar en el interior de las viviendas. Este exceso de agua cloacal también se mezcla con pasto alto, ya que la falta de mantenimiento ha llevado a que los vecinos se encarguen de cortar la maleza.
Las condiciones son insalubres, especialmente en verano, cuando el calor fermenta los residuos y aumenta los malos olores. Los residentes han tenido que mantener sus ventanas cerradas para evitar que el olor entre en sus hogares, lo cual afecta su calidad de vida. En algunos casos, los líquidos desbordados llegan hasta los inodoros de las viviendas, lo cual resulta alarmante y empeora las condiciones sanitarias.
El barrio sigue a la espera de una solución que implique una colaboración efectiva entre ABSA y la Municipalidad para destapar los registros y eliminar los desbordes de cloacas. Los vecinos de Barrio Coven están solicitando que se prioricen obras para resolver esta emergencia sanitaria, ya que el problema se vuelve cada día más insoportable.