El anticomunista Milei ahora ama a China: ¿Quiere poner un supermercado?
El presidente Javier Milei, quien en campaña criticaba ferozmente a China por su régimen comunista, ha cambiado radicalmente su discurso.
Durante su entrevista con Susana Giménez, Milei elogió al gigante asiático por su ayuda financiera, destacando la importancia del acuerdo de swap entre ambos países.
Sin embargo, los principales medios de comunicación no han resaltado esta clara contradicción en su retórica, eligiendo mantener un perfil bajo sobre el tema.
Durante la campaña, Milei había declarado abiertamente que no haría negocios con países comunistas, incluyendo a China. Sin embargo, a pocos meses de asumir la presidencia, modificó su postura.
En la entrevista con Susana Giménez, Milei afirmó haberse sorprendido "gratamente" por la respuesta del gobierno chino, que destrabó el acuerdo de divisas, crucial para la estabilidad financiera de Argentina.
A su vez, confirmó que viajará a China en enero de 2025 para la cumbre de la CELAC, consolidando el giro pragmático en su política exterior.
Lo más llamativo no es solo el cambio de postura de Milei, sino el tratamiento mediático del tema.
Durante la campaña, los medios amplificaron su discurso contra China, pero ahora que ha dado un giro de 180 grados, optan por no confrontarlo.
Esta omisión plantea interrogantes sobre la función de los medios y su posible complicidad en mantener una cobertura superficial de temas cruciales.
El cambio en la postura de Milei puede explicarse por el "Teorema de Baglini", que sostiene que cuanto más cerca está un político de ejercer el poder, más moderadas se vuelven sus posiciones.
Aunque en su rol como economista criticaba el comunismo con vehemencia, Milei ahora prioriza la relación estratégica con China, lo que pone en duda hasta qué punto está dispuesto a ceder en sus principios para garantizar la estabilidad económica de Argentina.
El acercamiento de Milei a China no ha pasado desapercibido en la administración de Joe Biden.
La relación con el gigante asiático podría afectar el tablero geopolítico en América Latina, poniendo en tensión la tradicional alianza de Argentina con Estados Unidos.
A pesar de que Milei ha mantenido su alineación con las democracias liberales occidentales, este giro hacia China refleja una nueva fase en su política exterior.