El resurgimiento de “Dios, Patria y Familia” y la propaganda política de Milei
El presidente Javier Milei volvió a utilizar el lema “Dios, Patria y Familia” en sus discursos recientes, un concepto que genera dudas sobre sus verdaderos significados y sus raíces ideológicas.
Este eslogan, que recuerda las consignas de movimientos de extrema derecha, ha suscitado polémica tanto en Argentina como en otros contextos internacionales.
El presidente lo emplea en diversas situaciones, desde discursos frente a empresarios hasta celebraciones de tradiciones nacionales. Aunque muchos de sus seguidores aplauden este tipo de mensajes, se cuestiona si realmente comprenden el peso histórico y político detrás de estas palabras.
Al igual que otras figuras políticas que han utilizado eslóganes similares, Milei parece estar apelando a una estrategia de manipulación de masas basada en emociones básicas como el miedo, la esperanza y la pertenencia. Esta técnica, inspirada por Edward Bernays, busca simplificar la realidad y conectar con las emociones de la audiencia.
La propaganda moderna tiene la capacidad de moldear opiniones sin que los ciudadanos se den cuenta. Este fenómeno no es nuevo, y su análisis fue profundizado por pensadores como Cornelius Castoriadis, quien alertó sobre la creciente privatización e idiotización de los individuos, exacerbada por los medios de comunicación.
La historia de la frase “Dios, Patria y Familia” se remonta a los años 60, cuando se utilizaba en contextos de extrema derecha. En figuras como la italiana Giorgia Meloni y el fascismo europeo, este lema fue usado como un símbolo de identidad nacional y patriótica, vinculándose con regímenes totalitarios.
El lema no es solo una construcción política actual, sino que tiene profundas raíces históricas vinculadas a los regímenes de Mussolini y otras ideologías totalitarias. Esto despierta inquietudes sobre las intenciones detrás de su adopción en el discurso político de Milei.