Recientemente, un emocionante descubrimiento en la Biblioteca Estatal y Universitaria Carl von Ossietzky de Hamburgo ha sorprendido a eruditos y teólogos por igual. Se trata de un fragmento de papiro, catalogado como “P.Hamb.Graec. 1011", que contiene parte del Evangelio de la infancia de Tomás, un texto apócrifo que se remonta a los primeros siglos de la era cristiana.

Este fragmento, que data del siglo IV o V d.C., es un testimonio notablemente antiguo de las historias relacionadas con la infancia de Jesús. Aunque los relatos bíblicos convencionales son escasos en detalles sobre este período de la vida de Jesús, los textos apócrifos, como el Evangelio de Tomás, han mantenido viva la narrativa de los primeros años del Mesías.

El hallazgo fue realizado por los papirólogos Lajos Berkes y Gabriel Nocchi Macedo, quienes identificaron el fragmento como la versión más antigua conocida del Evangelio de Tomás. A través de un minucioso análisis, pudieron determinar que el fragmento pertenecía a una historia llamada la "vivificación de los gorriones", que relata uno de los primeros milagros atribuidos a Jesús.

Lo más sorprendente es que este fragmento, que contiene solo 13 líneas de texto, desafía la idea anterior de que era parte de un documento común, como una carta o una lista de compras, debido a su aparente letra torpe. Su desciframiento reveló la presencia del nombre "Jesús", lo que llevó a los investigadores a profundizar en su contenido y descubrir su verdadera naturaleza.

Este descubrimiento no solo arroja luz sobre la antigüedad del Evangelio de la infancia de Tomás, sino que también ofrece nuevas perspectivas sobre la transmisión de este texto a lo largo de los siglos. Se cree que el fragmento pudo haber sido utilizado como ejercicio de escritura en alguna escuela o monasterio, lo que explicaría su aparente falta de pulcritud en la escritura.