El cáncer de colon es una patología que puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más común en aquellos mayores de 50 años.

Los primeros indicios de esta enfermedad pueden variar de una persona a otra, a menudo siendo confundidos con problemas digestivos comunes. Sin embargo, es esencial prestar atención a ciertos signos que podrían sugerir la presencia de esta afección.

Generalmente, el cáncer de colon comienza como grupos pequeños de células no cancerosas llamadas pólipos, que se forman en el interior del colon. Con el tiempo, algunos de estos pólipos pueden evolucionar y convertirse en cáncer.

Según la American Cancer Society, el cáncer colorrectal se origina en el colon o el recto, y puede presentarse bajo diferentes denominaciones. La detección temprana es fundamental, ya que los pólipos pueden ser pequeños y asintomáticos. Por esta razón, se recomiendan pruebas de detección regulares para identificar y extirpar los pólipos antes de que se vuelvan cancerosos.

La Clínica Mayo señala que los cambios en los hábitos intestinales pueden ser uno de los primeros síntomas del cáncer de colon. Esto incluye diarrea persistente, estreñimiento prolongado o alteraciones en la consistencia de las heces.

Los síntomas más comunes del cáncer de colon incluyen cambios en los hábitos intestinales, sangrado rectal, molestias abdominales persistentes y pérdida de peso inexplicable.

Para reducir el riesgo de contraer cáncer de colon, es importante adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros, limitar el consumo de alcohol, dejar de fumar, y realizar ejercicio físico regularmente.

En conclusión, el cáncer de colon es una enfermedad que requiere atención y prevención. Con la detección temprana y la adopción de medidas preventivas, se puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar esta patología.