Los Sherpas: los verdaderos ases del Everest y sus secretos para desafiar la altura
Considerados verdaderos súperhumanos, los sherpas son una etnia que ha habitado en el altiplano del Himalaya durante unos seis mil años, principalmente en la región oriental de Nepal. A una altitud de aproximadamente 5.000 metros sobre el nivel del mar, donde la mayoría sufriría de hipoxia y agotamiento debido a la falta de oxígeno, los sherpas parecen vivir como si las condiciones fueran ordinarias. ¿Cuál es su secreto?
El profesor e investigador de Fisiología en el King’s College de Londres, Federico Formenti, lideró un estudio para comprender esta extraordinaria habilidad de los sherpas para resistir condiciones extremas. Durante varias expediciones, observó cómo caminaban a gran velocidad por senderos empinados y transportaban cargas pesadas sin aparente esfuerzo.
Formenti explicó que la clave está en la adaptación biológica de los sherpas al ambiente de altitud. Tienen pulmones más eficientes, niveles bajos de hemoglobina y más óxido nítrico circulante, entre otros rasgos fisiológicos que aumentan el flujo sanguíneo y restablecen el suministro de oxígeno al cuerpo. Además, tienen mayores niveles de mioglobina en los músculos y protección contra el daño tisular causado por la falta de oxígeno.
Tatum Simonson, investigadora de la Universidad de California, San Diego, también estudió la genética y la fisiología de las poblaciones adaptadas a grandes altitudes, incluidos los sherpas. Su investigación reveló que los sherpas tienen una serie de mutaciones genéticas que les permiten vivir en ambientes hipóxicos como si fueran normales. Por ejemplo, tienen menos hemoglobina en la sangre, lo que facilita la circulación sanguínea y reduce la presión sobre el corazón.
Estos hallazgos no solo son fascinantes desde el punto de vista científico, sino que también tienen implicaciones prácticas. Comprender cómo los sherpas se adaptan a la falta de oxígeno podría conducir al desarrollo de terapias para personas que viven en entornos de gran altitud o que sufren de niveles bajos de oxígeno debido a enfermedades cardíacas, pulmonares o apnea del sueño. Manipular estas vías genéticas podría mejorar el transporte y la utilización de oxígeno, beneficiando así la salud y la calidad de vida de muchas personas.