Si no habrá pasado de todo en el interior (y exterior también) de este histórico boliche. Noches de gira, besos, joda, baile, chupi y, a veces, quebradas. Todo esto quedará en el recuerdo de todos los que fuimos jóvenes y tuvimos nuestra propia secuencia. Claramente, el lugar necesitaba algo cómo un "exorcismo", pero jamás imaginamos que necesitarían una iglesia entera para curarlo.