Rosario volvió a sumarse a una trágica estadística al registrar tres homicidios en un lapso de 24 horas, reavivando la preocupación por el aumento de la violencia en la ciudad, especialmente vinculada al crecimiento de la industria del sicariato.

Los tres crímenes ocurrieron el domingo en distintos momentos y lugares de Rosario. Dos de ellos involucraron el uso de armas de fuego, mientras que el tercero, según las evidencias encontradas en la escena, se cometió con un martillo. Todos los casos están siendo investigados por la fiscal María de los Ángeles Granato, del Ministerio Público de la Acusación.

El último homicidio tuvo lugar alrededor de las 20:30 en la calle Cagancha al 3800, en la zona sudoeste de la ciudad. La policía respondió a un llamado por disparos de arma de fuego y al llegar al lugar, encontraron a la víctima con múltiples heridas de bala en el tórax, aunque aún no ha sido identificada.

En la escena del crimen se encontraron múltiples vainas servidas calibre 9 milímetros y plomos deformados, lo que sugiere que la víctima fue perseguida y baleada dentro de la casa. La División de Homicidios de la Policía de Investigaciones se encuentra a cargo de la investigación, mientras que el cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Legal para la autopsia correspondiente.

Otro de los homicidios tuvo lugar en la zona sudoeste de la ciudad, donde fue encontrado el cuerpo de Juan Carlos Espinola Zárate, de 49 años, con varios golpes en el cráneo que aparentemente fueron causados con un objeto contundente. Cerca del cadáver se encontró un martillo con manchas de sangre, lo que sugiere que fue utilizado en el ataque.

El primer crimen del día ocurrió en la zona sur de la ciudad, cuando Juan Manuel Reynoso, de 33 años, recibió un disparo en la cabeza y quedó tendido en la vía pública. Según testigos, el autor del disparo se dio a la fuga en bicicleta, aunque se cree que tuvo un problema mecánico que lo obligó a abandonar el vehículo.