Desmayo y negligencia: escándalo en curso de Sutcapra en La Plata por falta de atención médica
En calle 36 entre 2 y 3 está ubicado el viejo edificio donde alguna vez funcionó el histórico Canal 2 de La Plata, antes de transformarse en lo que hoy es América TV y A24.
Ahora es la sede del Centro de Formación Profesional N° 407, perteneciente a la CGT Regional La Plata, Berisso, Ensenada, Magdalena, Brandsen, General Paz y Punta Indio, donde se dictan cursos gratuitos de oficios y capacitaciones laborales; se entregan certificados oficiales y está destinado a mayores de 17 años de edad.
En ese lugar, el Sindicato Único de Trabajadores de Control, Admisión y Permanencia de la República Argentina (Sutcapra), dicta cursos de Controlador de Admisión y Permanencia, en su afán de aportar a la formación profesional de sus afiliados.
Las autoridades del gremio luchan así por cambiar aquella imagen triste de los antiguos patovicas que solían hacer desastres en boliches y espectáculos públicos y lo vienen logrando. No deben bajar los brazos en ese sentido ya que los resultados son muy alentadores.
Sin embargo, esta semana se produjo un hecho que empaña todo el esfuerzo del sindicato. A las 19:15 horas del miércoles 21 de agosto 2024 loviznaba y hacía frío. Adentro, el curso del Sutcapra caminaba por los carrilles normales, hasta que ocurrió algo terrible.
El joven profesor de Defensa Personal trataba de explicar una toma sobre el brazo derecho de uno de sus alumnos con total naturalidad. “El alumno estaba como asustado, todo colorado, pero la prueba fue simple, sin violencia, y ambos parados, a la vista de todos”, aseguró una fuente presente en el lugar.
Pasa ese momento, el profesor vuelve a mostrar la prueba con otro alumno y pasa a un tercero. En ese momento, el primero de los jóvenes se desmayó y cayó pesadamente sobre el piso de baldosas viejas y frías.
Inmediatamente fue ayudado por sus compañeros, que al tratar de levantarlo notaron que había mucha sangre en su cabeza.
Entonces, mientras el joven convulsionaba, los alumnos pedían a las autoridades presentes del Centro de Formación Profesional N° 407 que llamaran a una ambulancia urgente.
Pero para sorpresa de todos, los directivos se negaron rotundamente aludiendo que al haberle prestado el lugar al Sutcapra, los alumnos allí presentes no estaban alcanzados por el seguro médico que el CEF tiene contratado para sus propios alumnos.
“Llamen al SAME, al 107, a alguien, porque este chico se va a morir acá sin atención médica, no sean indolentes y miserables”, gritaban algunos de los alumnos, mientras otros llamaban al teléfono de emergencias médicas municipal 107.
Entonces, las autoridades decidieron que los alumnos se vayan rápidamente mientras ellos trataban de asistir a la víctima.
Muchos se quedaron ayudando a su compañero, que por momentos parecía mostrar síntomas de mejoría y al mismo tiempo aparecían lagunas temporales en las que desvariaba (decía cosas incoherentes o absurdas como consecuencia de una obnubilación pasajera de la conciencia).
Una de las alumnas llamó al 107 y le contestaron que al ser un ente de actividad privada, debía tener un seguro de salud privado, que no correspondía que vaya la ambulancia pública.
Llamaron también al 911 pidiendo que intercedan para que manden una ambulancia pero pasaba el tiempo y la sirena no se oía.
Pasó más de una hora para que por fin arribaran los médicos y lo asistieran. “Llegó antes la madre en micro desde Melchor Romero que la ambulancia. Es una vergüenza total. Estamos en manos de unas lacras insensibles”, describió uno de los alumnos que vivió y describió todo el evento en primera persona.